Alfajores Guolis

Pero Guolis es mucho más que eso…

Nace del espíritu emprendedor de Marcela Machado, una persona apasionada por la pastelería que empezó vendiendo productos al estilo “venta de garage”, desde su casa. Al principio se hizo conocida elaborando a pedido tortas galesas y budines especiales.

Balcarce, su ciudad de origen, es una localidad pequeña cercana a Mar del Plata. Podría decirse, de los que viven allí, que no solo se conocen entre todos sino que también se dan cuenta muy rápido cuando alguien destaca por sus habilidades y por la dedicación que le incorpora al trabajo. Es así como Marcela empezó a ser reconocida a nivel regional, obteniendo ofrecimientos para probar con nuevos productos por parte de amigos que vendían a locales turísticos de la zona.

Esos amigos, dueños de una fábrica de mermeladas, le pidieron que elaborara una linea de alfajores frescos para vender ya que no conseguían buenos alfajores artesanales. “Si le pudieras incorporar la mermelada que hacemos nosotros sería un golazo”, le dijeron.

Fue así como Marcela se propuso innovar: en vez de preparar alfajores con relleno de dulce de leche por un lado y de mermelada por otro, intentó fusionarlos. La idea era mezclar la textura del dulce de leche con la mermelada de forma que el contraste no se sienta tan disruptivo, que sea una nueva e interesante experiencia gastronómica.

Y vaya que lo logro...

El resultado fue el extra blend de frambuesa y chocolate, un golazo de media cancha.

Encontrarnos con ese corazón rojo es como descubrir un oasis de mermelada en un desierto de dulce de leche, la pausa y el disfrute justo y correcto. Sin golpes exagerados de impacto pero sin mezquinar gusto, calidad y sutilezas en esa mermelada casera -como esas semillitas que se suelen encontrar-.

La propuesta estuvo enmarcada dentro de un nuevo concepto en golosinas, el alfajor bombón: apunta a la degustación sofisticada, a una percepción profunda de los sabores y contrastes, a un quiebre marcado de las experiencias previas sobre lo que tiene que ser un alfajor.

El formato, sello de la marca, es el de un alfajor reducido en diámetro pero ampliado en altura. Esta forma apunta a condensar el sabor, produciendo gustos más intensos. Se trata de un alfajor devenido en postre.

La cuidada combinación entre el aroma, la textura del dulce de leche y la masa buscan a un cliente sommelier, capacitado para apreciar esos contrastes, entender el aporte justo de ciertos componentes como el chocolate en la galleta de los gustos intensos, la exquisita cobertura semi-amarga o una galleta humedecida con una esencia frutal.

En resumen…

Un espacio reducido con una importante cantidad de sabores y sensaciones concentrados en 60 gramos.

En el exterior, una crocante cobertura que se quiebra pero no se desgrana -se puede percibir la calidad de ese chocolate en el mordisco y en la forma en que se disuelve en boca-.

Una galleta húmeda y compacta, semidura, de un color oscuro y de estilo casero. Además del toque de chocolate se siente un dejo de sabor a licor que transmite una sensación agradable al paladar.

Una abundante cantidad de dulce de leche cremoso, suave, mucho más líquido que el resto de los reposteros que se utilizan en otros alfajores. Con la intensidad justa para apreciar los diferentes componentes.

Y una mermelada de frambuesa casera nivel excelso en la versión extra blend, que combina perfecto su textura y sabor con el resto del alfajor. Sin dudas una experiencia dentro de la gran experiencia que es probar un Guolis.

Recientemente, con ánimos de llegar a cada vez a más fanáticos, Guolis implementó una línea con un nuevo packaging del tipo flow-pack con características de inviolabilidad y mayor vida útil.

En esta modalidad ofrece una exclusiva selección de tres de sus más preciados alfajores, que son los que llegan este mes en Sopresitas!